lunes, 2 de marzo de 2009

CARTEL Y FOTOS















































SINOPSIS

1912 – Séraphine Louis, de 42 años, vive en Senlis y se gana la vida limpiando casas. El poco tiempo que le sobra lo ocupa pintando. Es la mujer de la limpieza de la Sra. Duphot, que alquila un piso a Wilhelm Uhde, un marchante alemán fascinado por los pintores modernos e ingenuos. Durante una cena ofrecida por la Sra. Duphot, Wilhelm Uhde descubre un pequeño cuadro que había traído Séraphine unos días antes. Fascinado, lo compra y convence a Séraphine para que le enseñe otras obras suyas. Se las compra todas y la anima a que siga pintando.

1914 – Empieza la I Guerra Mundial. Wilhelm Uhde se ve obligado a huir de Francia y a abandonar a Séraphine. Durante los cuatro años de guerra, a pesar del hambre, de la miseria y de los terribles inviernos, Séraphine sigue pintando.

1927 – Wilhelm Uhde ha regresado a Francia y vive en Chantilly con su hermana Anne-Marie y su compañero Helmut. A petición de su hermana, decide ir a una exposición de pintores aficionados en Senlis. Al fondo de la sala descubre enormes lienzos llenos de colores, cuyo estilo reconoce inmediatamente. Solo pueden ser de Séraphine. Profundamente conmovido, decide ayudarla de nuevo.

Durante los años siguientes, Séraphine pinta sus cuadros más inspirados y vende mucho, pero poco a poco cae en la locura...

TRAILER (Francés)

“Séraphine” GANADORA DE 7 PREMIOS CESAR 2009

La noche del pasado viernes, la Academia de cine francés convirtió a la película SÉRAPHINE del director Martin Provost en la gran triunfadora de la noche otorgándole
7 premios César:

Mejor Película
Mejor Guión Original
Mejor Música
Mejor Vestuario
Mejor Fotografía
Mejor Dirección Artística
Mejor Actriz para Yolande Moreau.

SÉRAPHINE cuenta, a través de una biografía sobria, pictórica y minimalista, la vida de Séraphine Louis, una pintora desconocida que vivió en la primera mitad del siglo pasado, y que murió en el anonimato y en la indigencia más absoluta en 1942, después de estar internada diez años en un manicomio. Sinopsis: Año 1912. Séraphine Louis, 42 años, trabaja como mujer de la limpieza, pero su pasión es la pintura. Wilhelm Uhde, crítico y marchante alemán la descubre, compra su obra y la anima a que se dedique a su pasión. Pero estalla la I Guerra Mundial y Wilhelm Uhde no puede quedarse en Francia. Cuando por fin regresa en 1927, el destino quiere que vuelva a encontrar a Séraphine... Con este premio, Yolande Moreau, recoge su tercer César después de las dos estatuillas que ganó en 2005 por la película "Cuando sube la marea" como Mejor Actriz y Mejor Directora Novel.

CRÍTICAS FRANCESAS SÉRAPHINE

TéléCinéObs – Olivier Bonnard ***
Esta película, tan humilde como su protagonista, tiene una gran fuerza emocional y una estética poco común.

Positif – Eithne O’neill ***
Este retrato de una artista aporta nueva vida a un género realmente difícil.

Paris Match – Alain Spira ***
El espectador descubre, mientras se le llenan los ojos de lágrimas, el destino y la obra de una artista injustamente olvidada. No lo duden, vayan a ver esta película.

Le Nouvel Observateur – Pascal Mérigeau ***
Los mejores momentos de SÉRAPHINE se concentran en la relación del improbable dúo formado por la pintora y Uhde. Momentos densos y llenos de autenticidad.

Le Figaroscope – Dominique Borde ***
Martin Provost evoca con simplicidad y humildad un destino extraordinario, planteando entre las imágenes la eterna pregunta que rodea la creación: ¿movimiento del alma o expresión de la inteligencia?

20 Minutes ***
El itinerario de esta mujer herida es tan fuerte como el de una Camille Claudel.

Metro - Jennifer Lesieur ***
Encarnación de una dulzura casi mística transportada por la etérea puesta en escena de Martin Provost, que deja respirar a los planos como si fueran cuadros vivientes.

Ouest France – La redacción ***
Nadie debe perderse el placer de compartir la potente presencia de una Yolande Moreau patética, sutilmente orquestada por la delicada puesta en escena de Martin Provost.

La Croix – Marilyne Chaumont ***
Martin Provost rinde un doble homenaje a la pintora autodidacta al describir su trayectoria artística y al prestarle la voz, los gestos y la presencia de una Yolande Moreau humildemente magnífica.

Télérama – Pierre Murat ***
Una película sobria, depurada al máximo, un poco larga, aunque nunca pierde la tensión ni la humildad. Carente de patetismos, sensiblerías y emociones fáciles.

Elle – Florence Ben Sadoun ***
Séraphine regresa a la vida ante nuestra mirada asombrada por la poética interpretación de Yolande Moreau en una película luminosa como una acuarela.

ENTREVISTA CON EL REALIZADOR MARTIN PROVOST

- ¿Cómo encontró a Séraphine Louis?
- Un día, una amiga productora de France Culture me dijo, con cierto tono enigmático: “Martin, deberías interesarte por Séraphine Louis...” No sabía quién era y no entendí adónde quería ir a parar, pero ella insistió: “Busca, entenderás por qué te lo digo”.
Encontré muy poca información en Internet, unos detalles biográficos y unos cuadros realmente sorprendentes. Lo suficiente para despertar mi curiosidad.
Así empecé a entrar en el particular universo de Séraphine.
No tardé en darme cuenta de que la conmovedora vida de esta mujer podía ser llevada al cine. Esta primera impresión se hizo cada vez más fuerte hasta convertirse en una convicción al leer la tesis sobre Séraphine de Françoise Cloarec, una psicoanalista que conoció a Anne-Marie, la hermana de Wilhelm Uhde, el descubridor de Séraphine, de la que posee cartas y numerosos documentos. Su trabajo ha sido mi principal fuente.

- Muy al principio del trabajo hubo otro encuentro decisivo con Yolande Moreau.
- Sí, conocer a Yolande fue decisivo. Nunca habría hecho la película sin ella. Al escribir el guión, antes de empezar a buscar un productor, me apoyé en su presencia.
Es una casualidad, pero ambos vivimos en el campo, nuestras casas distan unos tres kilómetros. Nos conocimos al poco de mudarnos. Le conté la historia de Séraphine y aceptó inmediatamente. Luego, cuando encontré en la biblioteca Kandinsky el único retrato conocido de Séraphine, hecho a lápiz por un vecino suyo, me quedé atónito ante el parecido. Era Yolande Moreau.
Le enseñé el retrato y se quedó muda. Luego dijo, como si nada: “No es muy halagador, pero soy yo”. Hablamos mucho de Séraphine, de las cosas a las que se enfrentó, de su infancia.
Durante el rodaje ocurrió una especie de milagro, una auténtica fusión entre un personaje y una actriz. No puede decirse que Yolande interprete a Séraphine, la encarna. Según avanza la película, consigue transmitir a la imagen una carga poética y emocional sumamente intensa a pesar de estar siempre contenida. De hecho, nos esforzamos en quedarnos en el límite, en no entrar en la facilidad, en la sensiblería, en la historia que suele asociarse a la locura en el cine. Intentamos ser fieles a la imagen que teníamos del personaje, a su difícil recorrido, sus debilidades, su valor, a todo lo que nos había impresionado y emocionado de Séraphine.

- Mientras escribía el guión, conoció a otra persona...
- El peligro de un guión basado en un personaje real es quedarse en la anécdota, la ilustración, y dejar de lado el misterio, la humanidad, las contradicciones, la vida interior. Es un ejercicio delicado. El guión debe ser fácil de leer para atraer a los productores y encontrar financiación. Después de haber reunido la mayor información posible sobre la vida de Séraphine y de haber conocido a Yolande, tenía muchas ganas de ponerme a trabajar, a pesar de ciertos temores... Aunque muy pronto me di cuenta de que Séraphine era una aliada, que me franqueaba la puerta a su mundo, un mundo áspero, desconcertante, enfrentado a lo invisible.
Marc Abdelnour colaboró en el guión, y desde el principio nos impusimos una regla. No contaríamos la vida de Séraphine como una continuidad de momentos fuertes. Me interesaban sobre todo las naderías, las ausencias, lo que ocurre fuera de cuadro, los pequeños misterios. También decidí concentrarme en la relación totalmente inesperada, ambigua y púdica que unió a Séraphine y a Wilhelm Uhde durante más de 20 años. Es un encuentro poco probable entre dos marginados. Y decisivo para ambos. Séraphine es una marginada, y Uhde, el extranjero homosexual, es el primero en ver lo que es ella realmente. Lo hace sin prejuicios. Es su mentor, su amigo, su marchante, y me parece que casi su novio... Es interesante cómo aparece y reaparece en la vida de la mujer en el momento oportuno, casi como los mensajeros de las tragedias clásicas.

- Volvamos a su interés por Séraphine, ¿qué le conmovió, su personalidad, una sensibilidad personal por la pintura ingenua?
- A pesar de no haber estudiado bellas artes, hubo una época en la que pinté mucho. Un día, después de horas de concentración y de duro trabajo, me invadió el miedo, un miedo irracional, una intensa sensación de soledad. No he vuelto a tocar un pincel.
A Séraphine me unió una sensación de proximidad, la admiración, la curiosidad que siempre he sentido por lo que es la creación en estado puro, la chispa creativa. Algunos lo llaman arte “ingenuo”, otros, arte “en bruto”, pero no es cuestión de etiquetas. A menudo, personas no eruditas, que no han nacido en medios cercanos a la cultura, llevan dentro una capacidad creativa inaudita, imparable y turbadora. Estos artistas son pescadores de alta mar, ajenos a las evoluciones y a los cambios artísticos, carentes de maestros y de discípulos, y casi nunca consiguen el reconocimiento artístico que se merecen.
Séraphine era una visionaria en el mejor sentido de la palabra. Se dejó llevar por algo más fuerte que ella misma, que no controlaba, y que acabó destruyéndola. Me conmueve profundamente.

- Queda patente la dimensión casi mítica del trabajo de Séraphine en la película. Pinta como si su vida dependiera de ello, como si cumpliera un ritual religioso. Pintar no es un acto gratuito...
- Puede serlo para algunos, y no pasa nada.
Pero en el universo de Séraphine pintar es tan vital como comer y beber, quizá más. Después de la marcha de Wilhelm Uhde, renunció a la pequeñísima comodidad material que obtenía limpiando casas para entregarse en cuerpo y alma a la pintura. Picasso decía: “Si no pinto, enfermo, muero”.
Lo mismo le pasaba a Séraphine. Pintar le permitía preservar algo vital. Era una condición de supervivencia. No podía parar, no podía hacer otra cosa sino crear. En un contexto semejante, el ritual es muy importante y quise dejarlo claro siempre que fuera posible. Los numerosos rituales religiosos y de otro tipo, que estructuraban la vida de Séraphine y que podían tacharse de excentricidades, eran en realidad una disciplina. Quise enseñarlo.
Wilhelm Uhde, que no tenía nada de meapilas, decía de Séraphine que era una santa. Estoy de acuerdo con él. Gracias a un trabajo sin tregua y mediante una rebeldía pasiva, Séraphine alcanzó una forma de santidad que se expresaba a través de la pintura.

- A finales de los años veinte, Séraphine se hizo algo famosa. Luego, con la crisis económica y la crisis personal, Uhde más o menos la abandonó. Después de dárselo todo, parece perder interés por ella.
- Es la parte oscura del personaje y no he intentado evitarla.
Pero me pareció más interesante para la película no intentar explicar ese extraño comportamiento. El espectador debe sacar sus propias conclusiones. La muerte de Séraphine en el hospital psiquiátrico de Clermont-de-l’Oise durante la II Guerra Mundial fue bastante sórdida. Wilhelm Uhde afirma en su autobiografía que murió en 1934, pero vivió durante 8 años más, hasta 1942.
¿Mentira, negligencia? No hago preguntas.
De hecho, después de la I Guerra Mundial regresó a Francia, donde vivió con su hermana, pero no intentó reanudar su relación con Séraphine, que vivía a unos diez kilómetros de donde estaba. En una secuencia de la película dice que Séraphine ha muerto, pero Ulrich Tukur (que interpreta a Wilhelm Uhde) tuvo cuidado de decirlo como si no lo creyera. La ambigüedad da a entender la complejidad del personaje. A pesar de la integridad y la fuerza moral que demostró durante toda su vida, le persiguió la culpabilidad y la impotencia, incluso la cobardía. Es una dimensión importante del personaje en cuanto a su relación con Séraphine y con lo que le rodea. Uhde tenía demonios interiores y están presentes durante la película. No quería envolverle en el papel del mecenas fiel, bondadoso y cómplice. Creo que las zonas oscuras de Wilhelm son fundamentales para equilibrar en la pantalla la extraña pareja que forma con Séraphine, para que la mujer no borre su personaje.

- La puesta en escena es muy respetuosa con los personajes, nunca es exagerada.
- Esta aparente simplicidad requiere mucho trabajo y una atención constante para que todos los detalles estén en su sitio durante todo el proceso.
Me di cuenta enseguida de que la puesta en escena debía ser sobria y rigurosa, y que Séraphine debía estar en primer plano para que el espectador pudiera caminar a su lado cómodamente. Mi trabajo es ponerme “al servicio” de los personajes, pero no siempre fue fácil. Para conseguirlo, me rodeé de colaboradores talentosos.
En cuanto al vestuario, los decorados y la iluminación, hemos intentado que estén en un segundo plano, usar los menos efectos posibles. Fui muy exigente a la hora de escoger los colores: ningún color cálido fuera de los cuadros de Séraphine, ni en los decorados ni en el vestuario. Verdes, azules, negros, nada de blanco. Pocos movimientos de cámara. No quise que estuviera muy cerca de los actores. Hacer sobresalir algo solo si era absolutamente necesario.
Michel Saint-Jean, el distribuidor de la película, cuando la vio por primera vez, me hizo el mejor de los elogios cuando dijo: “Es una película humilde”. Esta frase significa mucho para mí.

- La película no estará sola. Más de 60 años después de la exposición que Wilhelm Uhde organizó en la Galerie de France, se realizará otra en París consagrada únicamente a Séraphine.
- Séraphine volverá a vivir con esta película. Durante su vida no tuvo la exposición monográfica que tanto esperó. Para mí fue un reto conseguir que se expusieran sus obras en París. Gracias a Dina Vierny y a su hijo, Olivier Lorquin, la exposición se celebrará en el Museo Maillol. Después del fallecimiento de Uhde, Dina compró la colección de pinturas del marchante a su hermana Anne-Marie, lo que permitió a esta sobrevivir. A la vez, el Museo Maillol aumentó su colección. También existía una sala Wilhelm Uhde en el Museo de Arte Moderno, con algunos cuadros de Séraphine. La sala fue trasladada al Museo de Senlis, pero se reunirán para la exposición.
Por desgracia, muchas obras de Séraphine fueron destruidas porque la gente consideraba que no tenían valor.
Espero que ahora la obra de Séraphine traspase el círculo de expertos.

- En su opinión, ¿qué mensaje contiene la vida y la obra de Séraphine?
- Ante todo era una mujer libre. Puede parecer contradictorio porque pasó la mayoría de su vida en la más absoluta soledad y castidad, en la más absoluta indigencia física y psicológica, y acabó encerrada en un manicomio. Séraphine era una mujer de la limpieza, peor aún, una mujer para todo, que pintaba en secreto cosas extraordinarias, pero de la que todos se burlaban. En aquella época, pertenecía a lo último del escalafón social. Pero le daba igual, nada podía detenerla. Supo conservar su autonomía, su rica vida interior mientras hacía trabajos de lo más ingrato. Acabó pagando un precio muy alto por esa independencia. A principios de los años treinta había usado todos sus cartuchos y cayó en la locura.
En el corto periodo de floración artística y relativo desahogo que disfrutó a finales de la década de los veinte, Séraphine se convenció de que la gloria estaba cerca. Para mí, significa que se había quedado en el mundo de la infancia, de las maravillas.
Consiguió dar sentido a su vida sin tener nada, a pesar de las dificultades, de las presiones sociales y de las humillaciones diarias. Dejó su huella, lo que me parece extraordinario. Imaginemos a Séraphine actualmente. Le recetarían antidepresivos, estaría sentada delante de la tele y no pintaría.

FILMOGRAFÍAS



FILMOGRAFÍAS

MARTIN PROVOST

Largometrajes
2008 SÉRAPHINE
2003 EL VIENTRE DE JULIETTE
1997 TORTILLA Y CINEMA

Cortometrajes
1992 COCON
1990 J’AI PEUR DU NOIR

Novelas
2008 LÉGER, HUMAIN, PARDONNABLE (Le Seuil)
1992 AIME-MOI VITE (Flammarion)



YOLANDE MOREAU

2008 SÉRAPHINE, Martin Provost
MUSÉE HAUT, MUSÉE BAS, Jean-Michel Ribes
LOUISE MICHEL, Benoît Delépine y Gustave Kervern
DE L’AMOUR SINON RIEN, de Claude Berne
MICMACS A TIRE LARIGOT, Jean-Pierre Jeunet
2007 UNE VIEILLE MAÎTRESSE, Catherine Breillat
2006 ENFERMÉS DEHORS, Albert Dupontel
PARIS, JE T’AIME, secuencia de Sylvain Chomet
JE M’APPELLE ELIZABETH, Jean-Pierre Améris
2005 ARCADIA/LE COUPERET, de Costa-Gavras
2004 CUANDO SUBE LA MAREA, Yolande Moreau y Gilles Porte, César a la Mejor Actriz
2003 BIENVENUE CHEZ LES ROZES, Francis Palluau
2002 UN PEDAZO DE CIELO/UNE PART DU CIEL, Bénédicte Liénard
2001 LE LAIT DE LA TENDRESSE HUMAINE, Dominique Cabrera
AMÉLIE, Jean-Pierre Jeunet

NOTAS BIOGRÁFICAS

1864
Nace Séraphine el 2 de septiembre en Arsy, Oise. Su padre es relojero, su madre trabaja en una granja.
De niña, se divide entre el colegio (supuestamente es buena alumna) y el trabajo en el campo como pastora.

1877
A los 13 años, sus padres la colocan de sirvienta en París.
Más tarde, mientras trabaja en un internado de chicas, se inicia en el arte observando las clases de los profesores de dibujo.

1882
A los 18 años entra a trabajar en el convento de Saint-Joseph-de-Cluny, en Senlis, donde se queda 20 años.

1902
Deja el convento y se coloca como criada.

1905
Según ella, su ángel de la guarda le dijo que empezara a dibujar y luego a pintar. Séraphine era muy piadosa y dijo tener visiones y oír voces hasta su muerte.

1912
Conoce al coleccionista alemán Wilhelm Uhde, que ha alquilado un piso en Senlis donde Séraphine trabaja una hora diaria.
Durante una cena en casa de unos burgueses de la ciudad, el coleccionista se queda prendado de un bodegón representando unas manzanas. Al enterarse de que es obra de Séraphine, la alienta a seguir pintando.

1914
Comienzo de la II Guerra Mundial. Wilhelm Uhde debe regresar a Alemania después de que el Estado francés confisca sus bienes.

1927
De vuelta a Francia, el coleccionista se instala en Chantilly, a pocos kilómetros de Senlis. Mientras visita una exposición de pintores locales en Senlis, “redescubre” a Séraphine y decide apoyarla seriamente. Para que pueda pintar, le manda regularmente lienzos de gran tamaño y pinturas, además de ayudarla económicamente.
Es el principio de una corta notoriedad. Los periódicos publican artículos acerca de la pintora, vende sus primeros cuadros.

1929
Wilhelm Uhde organiza en París la exposición “Los pintores del Sagrado Corazón”. Algunos cuadros de Séraphine cuelgan al lado de otros del Aduanero Rousseau.
Numerosas obras suyas pasan a colecciones privadas, sus admiradores la visitan en Senlis, se habla de ella... Es un periodo de opulencia relativa durante el que Séraphine da rienda suelta a su temperamento fantasioso y gasta sin preocuparse.

1930
La crisis económica complica la precaria situación financiera de Wilhelm Uhde. Las dificultades económicas crean un estado de ansiedad en Séraphine.

1931
Lo que antes eran simples extravagancias alcanzan proporciones propias de un trastorno mental.
Séraphine habla sola, arenga a los transeúntes y anuncia el fin del mundo, divaga, se siente perseguida...

1932
El 31 de enero monta un escándalo en Senlis. Los gendarmes la llevan al hospital de la ciudad. El diagnóstico es definitivo: “Ideas delirantes con manía persecutoria, alucinaciones psicosensoriales, trastornos de la sensibilidad profunda”.
El 25 de febrero, Séraphine ingresa en el asilo psiquiátrico de Clermont-de-L’Oise. A partir de este momento deja de pintar.
Este mismo año se pueden ver sus obras en la exposición colectiva “Los primitivos modernos”.

1934
En el libro Cinq maîtres primitifs (Cinco maestros primitivos), de 1949, Wilhelm Uhde señala que Séraphine murió en 1934, algo que ha dado pie a múltiples interpretaciones.

1937 – 38
Exposición “Los maestros populares de la realidad”, primero en París, luego en Zúrich y, finalmente, en el MOMA de Nueva York.

1942
Exposición “Los primitivos del siglo XX” en París.
Muerte de Séraphine el 18 de diciembre en el hospital psiquiátrico de Clermont-de-l’Oise. Es enterrada en la fosa común.

1945
Por iniciativa de Wilhelm Uhde, se celebra la primera exposición consagrada íntegramente a Séraphine, en la Galerie de France de París.

WILHELM UHDE (1874 – 1947) El “descubridor” de Rousseau y de Séraphine

Líder de la comunidad alemana en París.

Amigo de Braque y de Picasso.
Gran coleccionista e historiador del arte.

Más coleccionista que marchante, el nombre de Wilhelm Uhde se asocia con la vanguardia artística parisina de principios del siglo XX. Es conocido sobre todo por los pintores a los que consagró gran parte de su energía y de su fortuna, los “naifs” o ingenuos, a los que prefería llamar “primitivos modernos” y a los que también llamó “pintores del Sagrado Corazón” para la primera exposición que les dedicó en París en 1929.

Hijo de una familia burguesa prusiana, estudió Derecho antes de que un viaje a Florencia cambiara radicalmente su vida. Se trasladó a París en 1903 para estar más cerca del arte que “iba a ser” y no tardó en liderar la comunidad alemana, convirtiéndose en la figura central del Café de Dôme, donde se reunían sus compatriotas. En su búsqueda artística se dio cuenta enseguida del potencial y del carácter innovador de la pintura del Aduanero Rousseau. Además de ser de los primeros en comprarle cuadros, también le dedicará un libro en 1911, Henri Rousseau, le douanier” (Henri Rousseau, el aduanero).

Amigo de Braque, de Robert Delaunay (con cuya mujer Sonia estuvo casado durante un breve periodo), asiduo visitante de Picasso, que le hizo un retrato en 1907, es un personaje importante en los círculos artísticos. Aconsejó al joven Daniel-Henry Kahnweiler que visitara el taller del pintor malagueño en el Bateau-Lavoir, sellando así el destino de uno de los mayores marchantes del siglo pasado.

Al estallar la I Guerra Mundial, se vio obligado a regresar a Alemania sin su colección, requisada y dispersada por el Estado Francés.

No regresó a Francia hasta mediados de los años veinte. En 1927 volvió a encontrar a la mujer que limpiaba su piso antes de la guerra y a la que había alentado a seguir pintando. Se trataba de Séraphine Louis, a la que dedicó mucha energía y medios económicos.

Además de Séraphine, ayudó a otros “primitivos modernos”, como Louis Vivin, Camille Bombois, André Bauchant, que le fascinaban porque, en sus palabras “el objeto de su representación no es la apariencia de las cosas, sino la realidad superior que expresa el estado cósmico de las cosas...”

Despojado de la nacionalidad alemana en 1938, con sus bienes confiscados de nuevo por Francia (como las colecciones de su amigo Kahnweiler), pasó la guerra escondido en el suroeste de Francia. Falleció en París en 1947, después de haber hecho realidad el gran sueño de su “descubrimiento”: organizar una exposición dedicada íntegramente a Séraphine en 1945 en la Galerie de France.

FICHAS

REPARTO
Séraphine............................................................................... YOLANDE MOREAU
Wilhelm Uhde................................................................................ ULRICH TUKUR
Anne Marie................................................................................... ANNE BENNENT
Señora Duphot....................................................................... GENEVIÈVE MNICH
Helmut............................................................................................. NICO ROGNER
Minouche............................................................................... ADÉLAÏDE LEROUX
Duval........................................................................................ SERGE LARIVIÈRE
Madre superiora................................................................... FRANÇOISE LEBRUN


EQUIPO TÉCNICO
Director..................................................................................... MARTIN PROVOST
Guionistas................................................................................. MARTIN PROVOST
............................................................................................... MARC ABDELNOUR
Productores.................................................................................... MILÉNA POYLO
...................................................................................................... GILLES SACUTO
Director de fotografía...................................................... LAURENT BRUNET, AFC
Director artístico................................................................... THIERRY FRANÇOIS
Montador........................................................................................... LUDO TROCH
Diseñadora de vestuario.................................................... MADELINE FONTAINE
Compositor............................................................................ MICHAEL GALASSO
Casting...................................................................... BRIGITTE MOIDON (ARDA)
Sonido.............................................................. PHILIPPE VAN DER DRIESSCHE
Montaje sonido................................................................................ INGRID RALET
Mezclas................................................................................. EMMANUEL CROSET
Una producción.......................................................................... TS PRODUCTIONS
En coproducción con............................................................... FRANCE 3 CINÉMA
......................................................................................... CLIMAX FILMS (Bélgica)
.............................................................................................. RTBF (Televisión belga)
Con la participación de............................................................................... CANAL +
............................................................................................................ CINÉCINÉMA
.............................................................................................................. TV5 MONDE

Idioma....................................................................................................... FRANCÉS
Duración 125’